Marketing experiencial claves y ejemplos para emocionar. Los buenos ejemplos de marketing de experiencias dejan recuerdos muy agradables.
Si alguna vez has estado en una tienda Lush, interactuado con un cajero de la Felicidad de Coca Cola o surfeado en la piscina en el parking de Decathlon, sabrás a qué me refiero.
Has sonreído al recordar esos momentos… ¿verdad?
Cada vez más empresas integran el marketing basado en las experiencias en sus estrategias.
Y es que es la mejor forma de conseguir crear un vínculo emocional (¡positivo!) con el cliente, algo imprescindible para sobrevivir como marca a la competencia que satura el mercado.
Vamos a revisar el concepto de marketing experiencial, los ejemplos más atractivos para inspirarte y las mejores prácticas.
¿Qué es el marketing experiencial?
La definición de marketing experiencial dice que esta estrategia o filosofía consiste en crear experiencias para conseguir llegar al cliente de forma creativa y memorable, consiguiendo crear vínculos emocionales entre consumidores y marcas.
Quizá lo más importante del marketing basado en experiencias, el núcleo, es que el producto no es el centro, ni la marca, ni su mensaje: el centro es el cliente, sus percepciones y sus emociones.
Toda la estrategia va encaminada a proporcionar experiencias memorables a los consumidores.
Pero, ¿qué es una experiencia?
La primera acepción de la definición de “experiencia” según el diccionario de la RAE nos ayuda a comprender mejor la esencia del marketing experiencial:
«Experiencia: Hecho de haber sentido, conocido o presenciado alguien algo».
La definición habla de “sentir” y es que los sentidos juegan un papel clave en la creación de las experiencias.
Marketing experiencial claves y ejemplos para emocionar. Las marcas que son capaces de estimular nuestros sentidos de forma positiva, nos hacen vivir experiencias que después recordaremos con agrado.
Y además del placer sensorial, están las emociones y los sentimientos que generan estas experiencias, esenciales para la toma de decisiones.
Obtenemos percepciones emocionales e información sobre la marca a través de las experiencias.
Emoción y decisión
Los vínculos emocionales que generan estas experiencias harán que volvamos una y otra vez a donde nos hicieron sentir tan bien, porque las experiencias emocionales son las que más valoramos.
Gracias a las experiencias se consigue crear un valor diferencial, un vínculo emocional con los consumidores, que les llevará a buscar la marca.
El ser humano necesita la tensión emocional para decidir, las decisiones son un acto emocional.
Esto supone un cambio importante de las reglas del juego: el marketing emocional no persigue a los consumidores, la marca no persigue al consumidor tratando de impactarle con su mensaje: es el cliente el que buscará la marca con la que establecer un vínculo emocional.
Los consumidores percibimos a las marcas en forma de sensaciones positivas o negativas, y les atribuimos características humanas.
Las marcas nos caen bien o mal, nos gustan o no, y en eso basamos nuestras decisiones de compra.
El marketing experiencial da a las marcas la oportunidad de mostrar su mejor lado a los consumidores, de «caerles bien», para conseguir conectar con ellos, convertirlos en clientes y alimentar su fidelidad.
Fuente: https://es.semrush.com
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