Cryptozoo La película de animación más original de Sitges

Cryptozoo La película de animación más original de Sitges. ‘CRYPTOZOO’: DASH SHAW ESTRENA LA PELÍCULA DE ANIMACIÓN MÁS ORIGINAL DEL FESTIVAL DE SITGES

Dash Shaw estrena una de las películas de animación imprescindibles del Festival de Sitges, un viaje alucinante entre críptidos con Lake Bell, Louisa Krause y Michael Cera.

El director de la fantástica ‘Todo mi instituto hundiéndose en el mar’ regresa a Sitges con la que intuimos que será la mejor película de animación del Festival (salve la ‘Mad God’ de Phil Tippett, que por su magnitud queda fuera de toda comparativa). Curiosamente programada en Sección Oficial, no en Anima’t, la cinta de Dash Shaw brilla como una de las propuestas más originales y sólidas del cine de animación contemporáneo. No sorprende: antes de proyectarse en el Melià, la película ganó el premio a la Innovación de la Sección NEXT de Sundance, por lo que veníamos sobre aviso de perlita.

Cryptozoo La película de animación más original de Sitges

Cryptozoo La película de animación más original de Sitges. Al salir de la sala habremos transitado una hora y media de cine de aventuras clásico, de narrativa demarcada y funcional. Esta es la historia de Lauren (con voz de Lake Bell, a quien escuchamos como la Viuda negra en otro fenómeno de la animación reciente, ‘¿Qué pasaría si…?’), una cazadora de críptidos que, acompañada por la górgona Phoebe (Angeliki Papoulia, predilecta de Yorgos Lanthimos), trabaja para el único santuario del mundo que se dedica al cuidado de dichas criaturas, el epónimo Cryptozoo. De pequeña, una cerdita-elefante-críptida de nombre Baku se dedicó a consumir sus abundantes pesadillas, pero desapareció al poco tiempo. Estaba esperando a ser encontrada, otra vez, en la gran pantalla.

Seguiremos su viaje con atención, pero las viñetas que lo ilustran siempre van a ir un paso por delante, como si las pudiéramos contemplar de lejos, pero nunca lográramos apresarlas. Shaw construye un retablo de imágenes-críptidas para un cuento franco y trepidante. A él, hay que agradecer no haberse fugado por los derroteros del surrealismo, lugar común en la animación de corte elevado y «look» pictoricista.

Cryptozoo La película de animación más original de Sitges. Para acceder al templado corazón de la narrativa, habremos, por supuesto, que atravesar la dermis que la protege: una estética que bebe tanto del dibujo infantil, como de las alucinaciones setenteras, rematado con virutas expresivas venidas del arte primitivo. Para dialogar con las imágenes-críptidas, solo nos servirá una mirada abierta a la extrañeza, que contemple sorprenderse ante el mundo y tender la mano por encima del escepticismo. ¿Cómo superar, si no, la secuencia de sexo del principio? El encuentro entre los cuerpos de Amber (Louisa Krause) y su novio (Michael Cera) es precioso, pero allí hay tanto gemido con estrellitas como para espantar a un público poco cauto.

Aunque el salto que propone el tándem creativo de Shaw (autor de cómics de culto como «Ombligo sin fondo», ed. Apa-Apa) y su esposa, Jane Samborski (directora de animación), supera el mero ajuste estético. La realidad de ‘Cryptozoo’ está edificada sobre capas de papel, recortes bidimensionales que pegan la profundidad del mundo animado hasta suprimir cualquier atisbo de perspectiva geométrica. En los márgenes del cine de animación se esconden perlas que aún superan la necesidad de realismo que impera sobre la industria desde los albores de la imagen creada por ordenador.

Cryptozoo La película de animación más original de Sitges. En este universo, el corte de montaje va a ser sustituido por el paso de una capa a otra. Los cuerpos se alternan, se superponen y se destruyen constantemente, redefiniendo el propio espacio cinematográfico. Una mano puede barrer el azul del cielo para llevarse con ella los helicópteros que lo surcan, y que luego ese azul se convierta en otra cosa: una pupila, un mar, el vientre de una cerdita que se alimenta de sueños. ‘Cryptozoo’ activa todas las pestañas de un complejísimo cuento ilustrado, sin orden prestablecido, con la aleatoriedad y la urgencia de un niño con hambre de mundo. Nos devuelve, en fin, a un estado de niñez maravillada.

Fuente: www.fotogramas.es

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